Soy Hugo Esteva, profesor titular de cirugía. En este momento estoy jubilado del Hospital de Clínicas donde trabajé más de cuarenta años.
Solamente quiero referirme hoy, en materia del aborto, a la barbaridad que acaba de decir el Ministro de Salud Pública Ginés González García.
Un médico, y él en particular, no puede ignorar que desde el momento mismo de la concepción el embrión es único e irrepetible; único en la historia de la humanidad. La naturaleza estudiada por la ciencia nos lo demuestra con una perfección que parecería especialmente dirigida a nuestro siglo XX y XXI.
Basta que uno que uno de los millones de espermatozoides ingrese al óvulo maduro en una relación fértil para que la membrana del óvulo, que se transforma inmediatamente ovocito -huevo-, se cierre herméticamente y no permita la entrada de ningún otro espermatozoide. De tal modo que la carga genética de ese nuevo ser que empieza en ese momento es absolutamente única en toda la historia de la humanidad.
Eso es lo que mata quien hace un aborto, por vía medicamentosa o más adelante por vía quirúrgica o por la modalidad que fuere.
No puede ser que la máxima autoridad sanitaria del país lo ignore y emplee cifras dudosísimas para justificar, lo que él mismo ha dicho, un genocidio que se practica hoy a lo largo y ancho de la Patria.
Hugo Esteva.