Federico Scharn murió el pasado 12 de abril en Concordia. Destacado cirujano, fue sobre todo un patriota incansable que se inició en el Nacionalismo entrerriano durante su primera juventud y no cejó hasta sus lúcidos noventa y cuatro años. Un profundo amor a la tradición española y a su siembra en nuestra tierra aferraron su carácter a los mejores principios, que demostró tanto en el orden profesional, como el docente, como el político.
Su familia paterna provenía de Alemania. Su bisabuelo Antonio Augusto, recibido de médico en Breslau, se trasladó a Filadelfia, donde su abuelo Bruno Constantino estudió también Medicina. Este viajó a Brasil y ahí murieron su primera mujer y sus hijos por fiebre amarilla. Se instaló luego en Rosario para finalmente viajar a Santiago del Estero, donde se volvió a casar con Eduarda Figueroa y Pereda, de vieja familia de origen español, para después afincarse en Catamarca en 1882. Allí nació Antonio Augusto, el padre de Federico, que estudió en Buenos Aires y empezó a trabajar en la Capital hasta que, por razones profesionales, viajó a Concordia y quedó anclado, casado con María Angelina Vidal Etcheverry, de arraigada familia entrerriana. El Dr. Scharn padre fue distinguido clínico y dirigente del Partido Conservador. En ese hogar nació Federico y, según contaba, allí aprendió el amor a España que sellaría su vida.
Se recibió de bachiller en el Colegio Alejandro Carbó de Concordia -donde más adelante enseñó Ciencias Biológicas-, y enseguida viajó a Buenos Aires para recibirse de médico con honores en 1953. Confirmando su vocación por la Cirugía -había ayudado numerosas operaciones como estudiante en su ciudad- viajó a Madrid dos años después para llevar a cabo en el Hospital Clínico el Curso que le permitió obtener el diploma de Cirujano de Urgencias. Con ese aval volvió a Concordia para comenzar su fructífera práctica.
Pero su prolongada estadía en España no se limitó al entrenamiento quirúrgico, sino que fue oportunidad para numerosos recorridos que ahondaron su conocimiento histórico y su admiración por la tradición de la Madre Patria. Testimonio de todo ello fueron su cátedra de Historia de España en el Instituto del Profesorado del Obispado de Concordia y su libro “Síntesis histórico-genealógica de la Monarquía española” (Ed.
Fogón, Concordia, 1966). Esta obra es una suerte de gran sinopsis de los miembros de las familias reales que sirve de guía enormemente útil para quien quiera viajar por la compleja vida de la Península hasta nuestros días. Más adelante, la complementó con la publicación de la erudita “Reconquista católica de la España musulmana, 718-1492” (Ediciones Nueva Hispanidad, Buenos Aires, 2002). El afán cultural de Federico Scharn no se detuvo ahí: su “Historia clínica retrospectiva de Antoine de Saint-Exupéry” (Concordia, 1999 – Lion, 2000 – Comisión Año Antoine de Saint-Exupéry ) es una demostración de cómo fue capaz de echar luz a sus dos inclinaciones, la Medicina y la Historia.
Entretanto, casado con Hortensia Vélez -ejemplo de madre inteligente y de mujer de Fe- formó una familia con siete destacados hijos. Hoy la tradición médica de los Scharn suma otras dos generaciones.
La profesión lo llevó a pertenecer a las principales sociedades científicas provinciales y nacionales de su especialidad, hasta ser nombrado Miembro Emérito de la Asociación Argentina de Cirugía en 2003. Dotado de singular capacidad técnica, fue pionero de la compleja cirugía esofágica en su región. A la par, ejerció la docencia en la Cruz Roja de la ciudad.
Pero, elegido por sus colegas, presidió la Asociación Médica de Concordia entre 1973 y 1975. Allí, acompañado por el Dr. Luis Alberto Barnada, abogado, como asesor letrado y por el Dr. Jorge Caprarullo, médico, en la conducción económica, pudo demostrar cómo una asociación profesional no sólo debe ser sostén de sus agremiados sino también protectora de los intereses de la comunidad a la que presta servicios, ya que cada una de las decisiones de la Comisión presidida por él tomaba efectivamente en cuenta las necesidades de la población de Concordia. Prueba de ello se dio durante la lucha contra el Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) que quiso imponerse en esa época, a contrapelo de la opinión de la mayor parte de los médicos y paradójica -o ideológicamente- apoyado desde Paraná por la poderosa Federación Médica de Entre Ríos. La defensa de la libertad de trabajo de los colegas y de la libertad de elección de los pacientes fue entonces inclaudicable hasta triunfar.
Por otra parte, muestra la profundidad de su vocación y la amplitud de su generosidad el hecho de que, una vez retirado del ejercicio profesional, siguió aconsejando de manera gratuita a quienes lo quisieran consultar en una de las parroquias más humildes de su ciudad.
Pero, con toda su polifacética riqueza, la semblanza de la personalidad de Federico Scharn resultaría trunca si no se volviese sobre su patriotismo. Patriotismo erudito en sus fundamentos, y coraje. Como el que demostró durante su juventud al presentarse a defender la Iglesia de San Antonio de Padua, hoy Catedral de Concordia, en los confusos días de 1955; como el que ratificó cuando Ricardo Curutchet -Director de Cabildo- recibió la concreta amenaza de muerte del ERP-22 de agosto para el Domingo de Ramos, en marzo de 1975. Federico Scharn, que apenas lo conocía personalmente, pero que participaba desde siempre de la prédica del Nacionalismo Católico, lo alojó en su entonces casa de fin de semana junto al río Uruguay y, con un pequeño grupo de camaradas decididos a lo que tocase, lo acompañó a misa en la iglesia del Colegio de las Hermanas Adoratrices el domingo de la sentencia. No hubo atentado porque la célula subversiva acababa de ser desarticulada sin que el grupo lo supiera, y Curutchet pudo volver enseguida a Buenos Aires a través de la República Oriental.
Pero si algo movilizó definitivamente a la permanente inquietud político-cultural de Federico Scharn fue la reconquista de las Malvinas; el 2 de abril de 1982 anoticiado de la recuperación de las islas Malvinas, se apersonó en el Regimiento de Caballería Tanques 6 “Blandengues” de la ciudad de Concordia y se ofreció como voluntario para ir a las islas al frente de batalla por su amplia experiencia como cirujano. Al cabo de la Guerra fundó el Centro Malvinas a través de cuya actividad mantuvo siempre en alto nuestros derechos y el heroísmo de nuestros soldados. Entonces se reafirmó su amistad con el Cnel. Mohamed Alí Seineldín, a cuya madre atendió mientras vivía en Concordia; a raíz de la gesta conoció también y frecuentó al Almirante Anaya, que lo instruyó especialmente sobre hechos y traiciones. Impulsado por la ignominia de la desmalvinización dirigió por un decenio un programa de radio – “Hablando de la Patria”- destinado a esclarecer la verdad de la Nación frente a la falsa democracia heredera de la derrota. Y con esa misma voluntad clarísima fundó la página de internet “Cristiandad y Patria”, que sostuvo sin otro interés que el amor a lo nuestro hasta poco antes de su muerte.
Liberales y marxistas encontraron en Federico Scharn a un luchador por la libertad de espíritu que no les dio tregua, a un valiente sostenido por inamovible Fe. Sus amigos vamos a extrañar siempre su sabiduría y su discreto consejo de hombre noble.
Sus restos descansan en el cementerio el Pinar del Campanario de Concordia, la ciudad donde había nacido el 18 de febrero de 1927.
Por Grupo República.
Un comentario
EXCELENTE RESEÑA DE LA VIDA DEL QUERIDO FEDERICO!!!!